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ficciones

Un pájaro vino a morir a mi trabajo

No lo supe la primera vez que lo vi, aterrizó en la cochera del gimnasio como tantos pájaros hacen todos los días y se alejan volando tras cualquier movimiento brusco al interior. Vuelven. Siempre alerta, no como yo que lo vi aterrizar y simulé acercarme hacia él y no se movió. Entonces sí caminé hacia él y tampoco.